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No tienes el control

Enfocarnos en las cosas sobre las cuales no tenemos control, hará que perdamos de vista aquellas que sí.

Tratamos de cumplir con nuestras responsabilidades, ya sean laborales, universitarias, de colegio, etc., hacemos lo que podemos por quedar bien y que todo salga "como tenemos planeado". Sentimos estrés y frustración cuando las cosas no salen como queremos y quizás pensamos que hicimos algo mal o no nos esforzamos lo suficiente.

La realidad es que la mayoría de las cosas no están bajo nuestro control y no van a estarlo. Muchas veces simplemente hay que confiar en que las cosas se den con bien y que nuestros planes sigan el curso que tenemos planeado para ellos. El permitirnos dejar que nuestro alrededor cumpla con su parte puede darnos la tranquilidad y el impulso que necesitamos para cumplir con las cosas que nos corresponden. El mundo fluía a su manera antes que estuvieramos aquí y seguirá fluyendo cuando no estemos. Después que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance por conseguir lo que buscamos, dejar que las cosas que no controlamos hagan su parte puede darnos la tranquilidad que necesitamos.